El fosfato de tilosina es un antibiótico veterinario que se utiliza habitualmente en la práctica clínica para el tratamiento de diversas infecciones bacterianas en animales. Estas son algunas de las aplicaciones clave del fosfato de tilosina en medicina veterinaria:

1. Infecciones respiratorias: el fosfato de tilosina se usa a menudo para tratar infecciones respiratorias en animales, particularmente en aves de corral y cerdos. Es eficaz contra patógenos respiratorios como Mycoplasma spp., que pueden provocar enfermedades respiratorias en estos animales.
2. Infecciones gastrointestinales: la tilosina se usa comúnmente para tratar infecciones gastrointestinales en animales, incluida la enteritis bacteriana, causadas por patógenos como Clostridium spp., Escherichia coli y Salmonella spp. Es eficaz contra bacterias grampositivas y algunas gramnegativas.
3.Mastitis: La tilosina se puede utilizar en el tratamiento de la mastitis, que es una inflamación de la glándula mamaria en los animales lecheros. Ayuda a controlar la infección bacteriana asociada a la mastitis y a reducir la gravedad de los síntomas.
4.Enfermedad respiratoria bovina: la tilosina se utiliza con frecuencia como parte de los protocolos de tratamiento para la enfermedad respiratoria bovina, que afecta al ganado. Es eficaz contra patógenos respiratorios comunes como Mannheimia haemolytica y Pasteurella multocida.
5. Disentería porcina: la tilosina se usa a menudo para tratar la disentería porcina, una infección bacteriana que afecta a los cerdos. Es eficaz contra Brachyspira hyodysenteriae, la bacteria responsable de la enfermedad.
6.Medidas preventivas: Además de tratar infecciones activas, Tylosin también se puede utilizar de forma preventiva en determinadas situaciones. Por ejemplo, puede administrarse para prevenir enfermedades respiratorias en grupos de animales durante momentos de estrés o cuando existe un mayor riesgo de infección.

Es importante señalar que el uso de fosfato de tilosina en la práctica clínica veterinaria debe realizarse bajo la supervisión de un veterinario. Pueden hacer un diagnóstico preciso, determinar la dosis adecuada y la duración del tratamiento y garantizar un uso adecuado de acuerdo con las regulaciones locales. Respetar los tiempos de espera es esencial para evitar residuos en los animales productores de alimentos y garantizar la seguridad alimentaria.